capitulo 2

-una vez, te digo si no quiers morir pideme de rodillas perdon- me di la vuelta para mirarlo, di un paso hacia atras -nunca- cerre los ojos y me deje caer de espaldas, como llegue aqui, se aceraba mi muerte todo comenzó hace tres meses estaba en la plaza que quedaba cerca de la costa de mi pueblo, haciendo las compras de mi hogar, mi madre habia fallecido hace muchos años y mi padre, pues de el no sabia nada, yo vivia con Cata y Luci mis dos hermanas menores, todo este tiempo me la pase esforsandome para que ellas puedan estudiar,sin embargo ese dia fue el mas terrible mientras compraba unas frutas en el puesto de la vieja Clara comense a sentirme aun poco extraña, solo recuerdo que la gente comenzo a gritar -llegaron los piratas- -los piratas? en medio del siglo 17- no recuerdo mas que eso, me desperte en un barco, atada de brazos y piernas junto con 10 personas mas entre ellos, jovenes, mujeres y hombres. -ustedes tienen el honor de ser mis prisioneros- una voz suave, pero a la vez gruesa y firme no pude verlo ya que yo estaba de espaldas a el. -mientras llegamos al puerto del otro continente, ustedes tendran que trabajar para mi, eso si no prefieren lanzarse por la tabla- pegando una carcajada acaso esta bromendo pense, mientras el y sus hombres de confianza entraban a sus camarotes, a mi me desataron de piernas pero no de brazos. -mira nena si te portas bien, tu destino pude ser otro- me dijo uno de los tripulantes del barco mientras acariciaba mi mejilla -bwo chugule....ashh- seguramente diciendo eso el pensaria que no entiendo su idioma -que dices nena- le hize un gesto de desagrado y me fui, atada de brazos coji una cubeta de agua y algunos trapos y me puse a limpiar la cubierta bajo la inmensa luz del sol de la costa sentia como mi cuerpo se hiba desidratando, aunque fue muy dificil al principio pensar en mis hermanas me daba fuerzas,a otro continente dijo, acaso esta loco. mientras tanto en el camarote -capitan usted si que sabe divertirse- una chica de cabellos negros largos y rizados se disponia a sentarse en las piernas del capitan -ahora vienes a mi -con voz de sarcasmo dijo el capitan -calavera - -si señor - -mandame a una de las chicas de la captura para que me sirva- -acaso yo no te soy suficiente- le dijo la chica sesurrando a su oido -tu, vete de aqui si no queres que te mate - mientras tanto en cubierta -tu niña -agarrandome del brazo -sigueme- -no, que hace - tratando de soltarme -el capitan me pidio una mujer asi que entra alli y sirvele- -servirle a que se refiere- -la botella la vez- acercando mi rostro a un ventanal circular en la puerta -ufff pense que...- me interrumpio - y lo que te pida- lo dijo con una sonrrisa en su rostro mientras me empujo al cuarto el capitan golpeo el vaso de cristal en la mesa haciendome una señal de que le sirviera, mientras me acerque no pude evitar ver una cicatriz en su mano izquierda, que rraro se me hacia conocida. me agarro del brazo y me atrajo hacia el -eres muy linda , si te portas bien podrias ser mi amante.- - prefiiero servir de comida para los tiburones- sin embargo su mirada se me hizo muy conocida una sonrrisa finjida y furia en sus ojos, -si eso quieres- de rrepente dio la apariencia que el barco choco con algo fue tan duro el golpe que, rode a la pared junto con el capitan, como cayo encima de me lo quite inmediatamente -capitan nos atacan - entro algruien bruscamente al camarote -terminaresmos esta conversacion despues-

Dulce amor en el mar

PREFACIO
Nunca pensé que moriría de esa forma tan horrible. Me encontraba caminando en la tabla de un barco pirata “el corazón negro”, atada de manos y en mis piernas una gran bala de cañón. Atrás uno de ellos apuntándome con una espada, debía caminar, seguramente ese sería mi último día. Porque estaba allí?, por la única razón de que me negué a obedecer las órdenes de un chiquillo latoso, -en realidad el capitán del barco en el que me encontraba como prisionera, él era tres años mayor a mi 23, a veces se comportaba como un niño y otras como un verdadero pirata, lo llamaban flor de nieve, no sabía porque ese apodo, pero su verdadero nombre es Marco Federico Oustin demasiado refinado para ser un maleante - bueno y también porque trate de armar un motín.
me dijo que le pidiera perdón de rodillas y suplicara piedad pero en vez de eso le escupí en la cara, error verdad.

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